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Diario ANÓNIMO,

Domingo

Hace unas noches salí a tomar unas copas con un amigo. Tiene algunos problemas personales y me llamó pidiendo un poco de distracción y compañía, a lo que no me pude negar. Lo que iba a ser una simple tarde de cine con mi amigo y un par de chicas acabó extendiéndose a una noche de baile con más amigas, que yo no conocía. Dos hombres acompañados de unas cuantas gacelillas y cada uno interesado en una distinta (así no había conflictos). Para ser exactos, no es que yo estuviese interesado, sino que una treintañera pequeñita y delgada, cachonda y bastante desinhibida, me escogió descaradamente. Yo me dejé escoger.

Nos llevaron por los locales más asquerosos que se pueda uno imaginar (yo prefiero, si salgo, los sitios donde se pueda conversar): modernuras horteras llenas de paletos a la espera de comerse alguna rosca vestidos a la moda del vulgo canalla (camisas ceñidas y tal...) bailando la última música comercial a todo volumen. Un enjambre de moscones: mala señal.

Las chicas, excepto una que decidió irse a su casa (creo que harta de la estupidez de sus amigas) no dejaron de darle pie a los buitres que había por allí. Eso ya me pareció una falta de respeto total a los amigos con los que sales (independientemente de que sea una cita o no, así lo veo yo). Lo peor fue cuando la chica que le interesaba a mi compañero empezó a darse el lote con uno de los palurdos lamentables que la merodeaba. Empiezo a cabrearme y a soltar pullas sobre el furor uterino de la implicada.

Por fin se decide cambiar de local y todos salimos a la calle. Lo peor es que las chicas proponen (imponen) ir a otro tugurio y que el grupo de retrasados mentales que va con el moscón, éste inclusive, nos acompañe el resto de la noche.

Pongámonos en el lugar del otro: si somos los hombres los que empezamos a ligar con todo lo que se nos pone delante, si uno se enrolla con una fulana que pasaba por allí, si encima les decimos que las amigas de la fulana se vienen con nosotros el resto de la noche ¿qué nos hubiesen dicho las chicas?: de machistas y cabrones para arriba.

Evidentemente me largué de allí en aquel mismo momento. No sin antes ser absolutamente grosero con aquellos gilipollas y soltarle cuatro frescas a nuestras encantadoras acompañantes. Quizás me da un poco de pena haber dejado tirada y con malas palabras a la chica que se interesó por mí. Era un pendón agradable (me gustan los pendones) que insistió mucho en que no me fuese, pero me da igual: seguro que perdida mi opción se acabó enrollando con cualquier subnormal.

Quizás perdí un polvo (lo que algunos considerarán una oportunidad que jamás se debe desperdiciar) o quizás sólo había allí una falsa promesa, un calentamiento de polla que tanto satisface a las coquetas. Me da igual. Yo fui orgulloso y los dejé a todos plantados, incluido mi amigo. A tomar por culo tanto gilipollas.

Y la verdad es que me fui a casa con la autoestima por las nubes. Es una pena que la conservación de mi anonimato no me permita reproducir aquí mi cínico diálogo, fue una de esas escasas veces en la vida en que uno está sembrado y dice y hace exactamente lo que tiene que decir y hacer. Chandler nunca mete a su detective en situaciones sociales estúpidas y vulgares, pero creo que si Philip Marlowe fuese un tío que sale de copas hubiese actuado como yo en esa ocasión. Creo que hasta me fui encendiendo un pitillo.

Sí, esa noche fui mi héroe. Debería controlar menos mi carácter e intentar ser más así. Me sienta muy bien sacar el genio que reprimo.

2 comentarios

Anónimo -

Era todo demasiado embrutecedor. Mejor irse.

Queen of Hearts -

Creo que hiciste lo mejor en irte. De repente pudiste tener tu "gran noche" con la revolcada del siglo, pero quien puede quitar despuès alguna enfermedad que aparezca por ahì, por màs protecciòn que se use?, no, no soy una santurrona, ni tampoco monja (muy lejos de eso), pero creo que dejarse ir con cualquiera que uno conozca en una noche de copas, es lo màs peligroso que puede existir...

Hoy dìa las mujeres se creen liberadas al actuar de esa manera, pero en lo que a mì respecta, creo que es simplemente falta de respeto por una misma, porque gracias a esas actitudes, es que la caballerosidad es una especie en extinciòn... en fin, es largo el tema y solo pasè a cureosear y me quedè leyendo.

Salu2.