Blogia
Diario ANÓNIMO,

Miércoles

Hoy me he encontrado en la calle a una de esas personas que he dejado de frecuentar (no sé hace cuanto, quizás ya un año). Estaba a mi lado esperando a que se abriera el semáforo. No la reconocí inmediatamente y supongo que la miré durante un rato antes de caer en quién era. No me saludó y cruzó la calle por fuera del paso de cebra, oblicuamente, para alejarse rápidamente de un momento incómodo.

No me puedo quejar. Me da un poco de pena, pero no los puedo soportar. Son unas personas que sacan lo peor de mí. La mayoría de las veces que quedaba con ellos acababa de mal humor. Con nadie más tengo tales problemas de convivencia.

Aprecio la lealtad de algunos, somos amigos de años. Pero las cosas cambian. Yo crezco, y creo que ellos no. Ni maduran ni crecen como personas. Me harté de lo mismo de siempre. Parece que sigan en el instituto.

0 comentarios